Se ve que doce siglos no han sido suficientes para fastidiar a esta ciudad (Oviedo) y ahora van y se empeñan en ponernos torres por todas las esquinas -cuatro en Montenuño, tres en Victor Chavarri/García Conde, dos en San Lazaro-. Ya puestos, propongo que puesto que van sólo nueve lo más acorde con el aniversario es que construyan otras tres -puede ser otro tridente más -así serían doce como los siglos- y que las pongan en el Naranco. Y aunque lo que sería lógico es que fueran arriba, en la cima, para simbolizar este Oviedo grandón y fantasioso en que se encierra el mundo de unos cuantos, es más apropiado colocarlas entre San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco para que la ultramodernidad urbanística-humanística especuladora vertical "dialogue" con los restos del Oviedo de Bernardo del Carpio que ahora parece ser tan histórico.
miércoles, 6 de febrero de 2008
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1 comentario:
Pues adelante con el blog. Ya está bien de voces complacientes con este pueblo grande de grandones
Un saludo. Otro ciudadano de Oviedo que no está precisamente encantado
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